Sentí la necesidad de ayudar y bendecir a alguien para que pudiera hacer realidad sus sueños

La primera vez que oí hablar del término “vientre de alquiler” fue hace unos años. Entonces no tenía ni idea de lo que era. No fue hasta que tuve una experiencia personal cercana con mi hermana mayor, que quería tener otro hijo pero no sabía si ella misma podría llevar adelante el embarazo. Me preguntó si alguna vez consideraría la posibilidad de llevar el embarazo por ella.
El término y la idea perduraron desde entonces. Era un tema que surgía una y otra vez, y despertó mi interés por leer e investigar más. Cuanto más profundizaba en el tema, mejor me sentía, como si me llamaran para ayudar a bendecir a alguien y hacer realidad sus sueños